¿Qué tipo de bandeja portacables es mejor?

Los sistemas de bandejas portacables son una parte esencial de las instalaciones eléctricas modernas y proporcionan un medio estructurado y eficiente para gestionar cables en entornos comerciales, industriales y residenciales. Seleccionar el tipo correcto de bandeja portacables es fundamental ya que impacta directamente en la seguridad, confiabilidad y rentabilidad del sistema eléctrico. Este artículo explora varios tipos de bandejas portacables, sus características, ventajas y aplicaciones para ayudarle a determinar cuál se adapta mejor a las necesidades de su proyecto.

1. Bandejas portacables tipo escalera

Las bandejas portacables tipo escalera son quizás las más utilizadas por su versatilidad y robustez. Constan de dos rieles laterales longitudinales conectados por barras transversales equidistantes y se asemejan a una escalera, de ahí el nombre. Este diseño ofrece un excelente soporte para cargas pesadas, buena ventilación y fácil acceso para la instalación y mantenimiento de cables. Son ideales para la distribución de energía en entornos industriales, centros de datos y edificios comerciales donde se requiere gestión de cables de alta capacidad.

2. Bandejas de cables perforadas

Las bandejas portacables perforadas cuentan con un fondo sólido con perforaciones o ranuras que permiten la circulación del aire y la evacuación de humos en caso de incendio. Este diseño proporciona protección adicional contra el polvo y la humedad en comparación con las bandejas de escalera y al mismo tiempo permite una disipación de calor adecuada. A menudo se prefieren en entornos electrónicos sensibles como salas de TI, salas blancas o áreas con estrictas normas de seguridad contra incendios.

3. Bandejas portacables de fondo sólido

Las bandejas portacables de fondo sólido brindan el más alto nivel de protección contra elementos ambientales como polvo, agua y aceite. El diseño de fondo cerrado los hace adecuados para aplicaciones en exteriores, condiciones industriales duras o cuando se pasan cables por lugares contaminados o húmedos. Sin embargo, no ofrecen el mismo nivel de flujo de aire que las bandejas perforadas o en forma de escalera, por lo que deben elegirse con cuidado en función de los requisitos específicos y los riesgos potenciales.

4. Bandejas de cables de malla de alambre

Las bandejas portacables de malla de alambre constan de un patrón de rejilla de alambre soldado que permite un flujo de aire máximo, lo que las hace perfectas para entornos que generan mucho calor. Su estructura abierta permite una fácil instalación, modificación e inspección visual de los cables. Estas bandejas son ideales para telecomunicaciones, redes de computadoras y otras aplicaciones donde la gestión térmica es primordial.

5. Bandejas de cables de canal (canalizaciones)

Las bandejas portacables en canal, también conocidas como canaletas, tienen un perfil en forma de U y pueden montarse en superficie o empotrarse en paredes o techos. Por lo general, se utilizan para proyectos de menor escala o donde el espacio es limitado, y ofrecen una solución compacta para administrar tendidos de cables de volumen bajo a medio. Son particularmente útiles en espacios de oficinas, tiendas minoristas o edificios residenciales donde la estética y la ocultación son consideraciones importantes.

6. Bandejas de cables de fibra de vidrio

Las bandejas de cables de fibra de vidrio no son conductoras, resistentes a la corrosión y livianas, lo que las hace ideales para ubicaciones peligrosas donde se necesita resistencia química o propiedades antichispas. Se utilizan ampliamente en plantas químicas, industrias petroquímicas y plataformas marinas debido a su excepcional durabilidad en condiciones extremas.

7. Bandejas portacables de aluminio y acero

Las bandejas portacables de aluminio son livianas, duraderas y resistentes a la corrosión, lo que las convierte en una opción popular tanto para uso en interiores como en exteriores. Las bandejas portacables de acero, por otro lado, son más pesadas pero ofrecen mayor capacidad de carga y resistencia. Ambos materiales se pueden recubrir con acabados especializados para mejorar su resistencia a la corrosión y a la intemperie, asegurando la longevidad en diferentes entornos.